Gran visión del futuro y una excelente lectura de la época tuvieron hace poco más de cien años nuestros antepasados, cuando en la redacción del documento presentado ante la Asamblea Nacional solicitando el cantonato para nuestro querido Belén, señalaban “Belén, siempre creciente”.
Es por ello, que con la celebración de los cien años de nuestro cantonato; nos debe llevar a una profunda reflexión, que nos empodere de los elementos no materiales, los rescatemos y hagamos esfuerzos por preservarlos, dado que son la base sólida del ser belemita, capaces de fomentar la identidad y de construir los referentes de la memoria histórica de este cantón.
Me refiero a los valores, sobre los cuales esta comunidad se ha erigido y que con el paso de los años, se ha constituido en una sociedad solidaria, fraterna, trabajadora, prospera, de mucha religiosidad, educada y amante del ambiente.
Por otra parte, la agricultura, el comercio y el emprendedurismo han sido elementos generadores de trabajo y de riqueza que han permitido a sus habitantes con el paso de los años adaptarse a las transformaciones socio económico experimentadas por las y los belemitas.
Sin olvidar que somos un pueblo con vocación agrícola, donde de la mano de nuestros campesinos surgió del arado de este bendito suelo, tomate, chile, café, yuca, maní, entre otros productos, que dieron sustento a la población.
Por ser Belén una ruta de paso entre las diferentes provincias, regiones y mares y porque en nuestras calles surcaron las carretas con viajeros y café hacia Puntarenas, además de que a principios del siglo XX, se contaba con acceso a los ferrocarriles del Pacifico y Atlántico y más recientemente la cercanía del Aeropuerto Internacional, convierte al comercio en otro importante aliciente de desarrollo y prosperidad a Belén.
De igual forma, a partir de los años 60, con el ingreso de la Banca, en especial el Banco Nacional, se da un apoyo importante a los pequeños y medianos empresarios en diversos campos, desde la agricultura, el fomento avícola, comercio, servicios, etc., constituyéndose la avicultura, en una importante gestión productiva, permitiendo que familias enteras, lograran su sustento y educación para sus hijos.
Por otra parte, poco a poco se fueron trasformando las polvorientas calles belemitas, para dar paso al asfalto y al rodaje de cientos de vehículos diariamente, debido a nuestra condición de ruta de paso y por la inmensa cantidad de industrias y hoteles que se han instalado en la zona.
Grandes hombres y mujeres a lo largo de los años, han moldeado con sus hechos a esta comunidad y con su trabajo tesonero y desinteresado se han constituido en referentes para otras generaciones, desde lo político, religioso, comunal, deportivo y cultural, en lo local como nacional, hechos que nos llenan de satisfacción y fomentan ese sentimiento de orgullo de ser belemita.
Por ello, al dar un vistazo hacia el pasado, se mira, como nuestro cantón ha venido surgiendo de la mano de esa maravillosa frase “Belén, siempre creciente”.
Lic. Juan Carlos Murillo Sánchez
