miércoles, julio 06, 2005

Identidad y memoria historíca

Lic. Juan Carlos Murillo Sánchez

Próximos a celebrar los 100 años del Cantonato de Belén, Heredia, Costa Rica, es oportuno que la comunidad en general reflexione seriamente sobre la urgencia de realizar esfuerzos por rescatar la identidad del “ser belemita” y su memoria histórica - cultural.

Recuerdo como en las décadas de los 70s y 80s, los belemitas participaban de pleno en la solución de sus necesidades, tal es el caso de la construcción del polideportivo o el colegio. Y se cubrían de orgullo con la gesta de nuestros niños y jóvenes en el ámbito nacional

El “progreso” que ha experimentado Belén a partir del último cuarto de siglo, nos ha engolosinado y nos ha llevado a descuidar peligrosamente nuestras raíces y nuestra identidad, trayendo consigo una población carente del sentido de comunidad o de pertenencia y que por ende incide en la poca o nula participación ciudadana en la solución de sus problemas.

Por otra parte, el vació que se observa en la recuperación y preservación del patrimonio histórico, cultural y arquitectónico imposibilita explorar nuestras raíces, sus transformaciones y la riqueza artístico - cultural y religiosa, en detrimento del
- ser belemita - y su memoria.

Históricamente, el Cantón de Belén ha sido un lugar privilegiado y rico en tradiciones, costumbres y de creadores por excelencia en diversos ámbitos de la cultura y que en su gran mayoría son desconocidos por la población.

Tal diversidad: arqueológica, religiosa, artesanal, arquitectónica, histórica, culinaria, documental, musical, etc., podría estar siendo revelados a la comunidad mediante la recopilación y preservación, para que se constituya en una fuente de estudio para las generaciones actuales y futuras.

Es por ello, que el rescate de la identidad del - ser belemita - y su patrimonio son necesarios para forjar la nueva comunidad belemita. Una comunidad con identidad propia, orgullosa de sus raíces, de su historia, trabajadora y con motivación para participar activamente en el desarrollo cultural y económico de nuestro cantón.

Es evidente que proyectos de tal envergadura, debe ser propiciados por la unión de esfuerzos, donde Municipalidad – Iglesia y los sectores de Educación, Comercio, Industria y Turismo, se den la mano y miren hacia el futuro.

Todavía estamos a tiempo, démonos la oportunidad de heredar con orgullo a las futuras generaciones: su identidad y sus raíces.

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